El 2 de abril de 1982 la Argentina entra en un conflicto bélico con Gran Bretaña por la reconquista de las Islas Malvinas. Este conflicto duró 73 días de los cuales se combatieron sólo 45 – desde el 1 de mayo hasta el 14 de junio día final de la rendición Argentina – a partir de este hecho se escribieron numerosos libros sobre la batalla aérea en Malvinas que junto con algunos relatos periodísticos de la época y el reconocimiento internacional construyeron un nuevo héroe: “el piloto de combate argentino”.
El mito comenzó a gestarse ante un acontecimiento particular: el ataque exitoso de viejas aeronaves dirigidas por pilotos de combate argentinos a fragatas de última generación del Reino Unido, segunda potencia de la OTAN. Se instala entonces el heroísmo, la pericia y el coraje de los pilotos de combate argentinos en nuestra sociedad y en las Fuerzas Aéreas extranjeras.
Que es un piloto de caza?
En el primer día de combate aviones argentinos llegan al blanco averiando las fragatas Glamorgan, Exeter, Arrow y Amazon y el 4 de Mayo el mundo vio explotar y hundirse la fragata tipo 42 Sheffield. Esto provocó que la guerra aeronaval relegue a segundo plano las operaciones terrestres. El nudo de la información periodística sobre la guerra se centró, durante la mayor parte del conflicto, en los ataques de aviones argentinos a la flota. Los títulos de la tapas de revistas y diarios que titulaban «estamos ganando» o «seguimos ganando» fueron apoyados con fotografías de aviones y pilotos argentinos y fragatas inglesas destruidas.
Se construye un héroe, un mito, y esto no es propiedad de un pasado pues un mito tiene la posibilidad de construirse en cualquier momento y lugar.
“En todo el mundo habitado, en todos los tiempos y en todas las circunstancias, han florecido los mitos del hombre; han sido la inspiración viva de todo lo que haya podido surgir de las actividades del cuerpo y de la mente humanos”. J. Campbell, El héroe de las mil caras, psicoanálisis del mito. FCE, Argentina 2006).
Durante mucho tiempo el mito «piloto de combate argentino» se construyó sin nombre propio y alcanzó a todos los pilotos argentinos. Poco a poco fueron apareciendo los hombres, los soldados y sus nombres. Es mi intención comenzar a poner nombres propios o mejor dicho los indicativos de combate que hicieron de navegar en las costas de Malvinas un infierno.
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