Zenón de Elea, pretendiendo destruir de un modo sofístico la evidencia, decía de una persona, poniendo de ejemplo a Sócrates: “Sócrates no es solo Sócrates sino también, blanco, filósofo, de vientre prominente, de nariz roma, de modo que el mismo es uno y múltiple. Pero como es imposible que lo mismo sea uno y múltiple. Sócrates no es uno”.  En este escrito el ejemplo es Kafka, que no fue solo Kafka, ni tampoco fue «uno». Kafka no fue solo Kafka, sino también, flaco, escritor, orejudo, igual a Di María o Wittgenstein, oprimido por su padre… etc. etc. etc. como también fue empleado del Instituto de Seguros de Accidentes de los Trabajadores del Reino de Bohemia. Kafka fue funcionario, que trabajó no solo aprobando o desaprobando resarcimientos, sino que trabajo en una área que es de mi especialidad, la seguridad en el sentido de la prevención de accidentes y salud de los trabajadores.

El trabajo siempre es más que solo una labor de supervivencia. Entonces podemos preguntarnos si la experiencia laboral moldea el arte, o si la oficina es una opresión que solo quita tiempo, o si esta experiencia vital conduce a la dedicación por el arte. No hay una respuesta única a estas preguntas. Tenemos el caso de Bukovski que duraba apenas semanas en cada trabajo, por culpa de sus borracheras, hasta que pudo encontrar en el servicio de correos un trabajo de años. George Orwell fue policía en Birmania, Gorki un buscavidas fogonero, panadero, pescador en el mar negro o un Raymond Chandler que encordaba raquetas. Aparece entonces en el artista una tensión entre el trabajo y su arte, y esto se vive de distintas maneras. Pessoa calentaba una silla en la aduana, Jack London y Herman Melville marineros, Borges trabajaba en el paraíso, una biblioteca, etc. Pero nuestro caso es Kafka, una investigación de como fue el oficinista. Existían varias pistas que respondían mi curiosidad y ellas conducían a distintos lados, con distintos finales:

1

Stanley Corngold, Profesor Emérito a de la Universidad de Princeton.

Autor de «Franz Kafka, The Office Writings».

Por ejemplo las cartas de K a su amada Felice:

18/10/1912. La oficina no puede sino quedar relegada a segundo plano ante la importancia de esta carta, con la que respondo a las suya del 16……

23/10/1912 unos días después escribe: Aun cuando tuviera alrededor de mi mesa a mis mismísimos tres jefes con sus ojos clavados en mi pluma, tengo que contestarla en el acto…

29/10/12- He aquí algo muy importante, aunque escrito a toda prisa. (Ya no escribo en la oficina, pues mi trabajo oficinístico se resuelve contra las cartas que allí escribo, tan absolutamente extraño es para mí este trabajo, carente de la mas mínima noción de cuáles son mis necesidades.

7 /11/ 12. Si tuviera tranquilidad no me pondría a temblar sobre las fichas de registro como hace unos momentos arriba en mi despacho mientras pensaba en usted…

O podemos citar la Carta de Brod a Felice, del día 15/11/12  donde le dice que Franz Kafka, parece maniático y exaltado pero no lo es. Le dice también que es un ser sumamente espiritual, que tiene un cuerpo débil y que «las condiciones externas de su existencia (!!oficina!!) no son las más favorables.

En 1913 K escribe que no se reconcilia con la oficina… La oficina es un obstáculo para la creatividad….La escritura y el trabajo no pueden conciliarse porque el centro de gravedad de la escritura se sitúa en lo profundo, mientras que la oficina se queda en la superficie de las cosas. Entre esos dos mundos hay un vaivén continuo, un proceso que acabará conmigo.

Otra pista es la que algunos deducen de la prefiguración de Borges, cuando escribió en los prólogos a Bartleby (1943): “Bartleby” está escrito “en un idioma tranquilo y hasta jocoso cuya deliberada aplicación a una materia atroz parece prefigurar a Franz Kafka […]”; “yo observaría que la obra de Kafka proyecta sobre ‘Bartleby’ una curiosa luz ulterior. ‘Bartleby’ define ya un género que hacia 1919 reinventaría y profundizaría Franz Kafka… Bartleby, que data de 1856, prefigura a Franz Kafka. Sin embargo Borges en estos prólogos a Bartlebly solo se refería  a la obra de Kafka y de ninguna manera al oficinista. Hasta aquí las pistas hacen sospechar a un Kafka, divorciado de su trabajo de oficina, desmotivado y angustiado por las horas que pasa allí. Un Kafka, al estilo de Pessoa traductor de correspondencias comerciales, oficio que lo acompaño, sin penas ni glorias.

Este año en el seminario, conocimos al escritor Franz Kafka y los jueves nos permitieron conocer en paralelo  también su biografía y en esta aparece su oficio, no como escritor sino como «trabajo». En general se construyó una idea donde el trabajo intervino como obstáculo a la creación, ya que este le requería tiempo, horas que podían dedicarse a escribir. Es cierto que el tiempo que uno emplea en el trabajo, no lo puede utilizar en otra cosa, pero no es causa efecto que esto represente un obstáculo. Cual fue el caso de Kafka?

Los escritos de oficina de Kafka, fueron publicados primeros en Alemán y luego en ingles por la Universidad de Princeton. El libro «The Office Writing», año 2008, contiene todos los documentos y trabajos de Kafka, en el instituto del seguro. Al leer sus documentos registramos a un Kafka valorado por sus compañeros de trabajo y su compañía, en la cual alcanzó un alto rango, con altos conocimientos en la prevención y salud laboral y con trabajos de vanguardia.

Kafka trabajó siempre en compañías de seguros. 1907 ingresó a la compañía aseguradora italiana, Assicurazioni Generali y al año siguiente pasó a trabajar en el Instituto de Seguros de Accidentes de los Trabajadores del Reino de Bohemia, con sede en Praga, donde trabajó durante 14 años hasta ser pensionado por invalidez en 1922. Se lo había contratado para realizar informes que concluían con un: “páguese o déjese de pagar tal o cual indemnización a trabajadores heridos por accidentes de trabajo”. Pero Kafka superó sus funciones y fue más allá del simple resarcimiento, Kafka fue un prevencionista y no solo se convirtió en un auténtico experto, sino que estuvo altamente comprometido con la situación política y social de su Patria. Kafka «prefirió hacerlo».

En conclusión y esto es lo que intentare hacer y decir hoy: No salir por fuera de sus escritos de oficina, ni explicarlos por su literatura o viceversa, no considero que los escritos profesionales de Kafka deberían verse como parte integral de su obra literaria. Considerar que el trabajo siempre es más que sólo una labor de supervivencia y preguntarnos, que fue el trabajo para Kafka? y finalmente demostrar que Kafka fue un excelente, activo y valioso funcionario. Quizás todo esto no sea más que una tensión entre realidad y ficción.

  1. Escritos de oficina.

Comencemos por presentar un contexto de la industria y la prevención de accidentes en el Reino de Bohemia, en los tiempos de Kafka. Praga era uno de los centros de Europa y poseía un crecimiento económico importante, con un gran desarrollo industrial, prevaleciendo las industrias del juguete, de elevadores, de autos, canteras y granjas. Este desarrollo no se vio reflejado en las condiciones de trabajo de los obreros, las cuales eran duras y precarias. Existían conflictos sociales entre empleadores y empleados y los accidentes de trabajo fueron utilizados menos para reclamar prevención y mas para el mejoramiento de la calidad de los puestos de trabajo, sueldos y resarcimientos. Entre 1885 y 1887 habían sido votadas en Praga, una serie de leyes para la protección social. El instituto en el cual Kafka trabajaba nació a consecuencias de estas leyes, ya que todas las empresas del país, aproximadamente 35000, tenían que suscribir obligatoriamente a un seguro de accidentes laborales. Por otro lado a principios de siglo XX, casi ni existían estudios o documentos que plantearan el problema de la seguridad y salud laboral. Los primeros y escasos estudios datan de 1893, y provienen de la industria ferroviaria. La Organización Internacional del trabajo (OIT) recién fue creada en 1919, comenzando muy tímidamente una tarea en defensa y protección de los trabajadores contra los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Recién se puede hablar del nacimiento de la seguridad y salud laboral, como una disciplina científica en 1931, cuando se publica «Industrial Accident Prevention»  Prevención de accidentes en la industria, escrito por el estadounidense, Herbert Guillermo Heinrich, al que podríamos llamar «el padre de la seguridad industrial». Heinrich al igual que Kafka trabajó en una división de inspección de una compañía de seguros. Por lo que queda claro que los primeros prevencionistas, nacieron trabajando en compañías de seguro o que ese era el único lugar para pensar el problema de la seguridad. Podemos decir entonces que Kafka cumplió sus funciones en el instituto de Seguros de Accidentes de los Trabajadores del Reino de Bohemia , en un país industrializado, sin que la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades laborales se hubiera convertido en una disciplina científica.

En este contexto Kakfa ingresaba a trabajar al instituto a las 08 hs  y finalizaba a las 14 hs, en ese tiempo se sentaba en su escritorio para escribir cartas a sus amadas, a su amigos, leía y se hacía llegar las cartas al mismo instituto y soñaba seguramente con sus monstruos; pero también nos dejo a los especialistas en seguridad, valiosos escritos de oficina:

El libro «The Office Writing». posee 18 documentos, contenidos en aproximadamente 300 páginas, allí encontramos: un discurso de bienvenida al nuevo director del instituto, estudios en edificios, granjas y canteras; en empresas automotrices, madereras y de la industria del juguete; apelaciones a fallos que consideró injustos y un análisis de la prevención de accidentes en tiempos de guerra. He elegido o desarrollaré solo algunos documentos, para demostrar que Kafka fue un empleado comprometido, con ideas de vanguardia, que sabia como destrabar conflictos entre empleadores y empleados y que poseía vastos conocimientos profesionales.

2.1.      Documentos:

2.1.1.   Documento 1. «Discurso en ocasión de celebrar la nueva designación del Dr.    Marscher como nuevo Director», año 1909.

Este documento fue encontrado en sus manuscritos póstumos. Es un discurso de bienvenida al nuevo Director del instituto Dr. Robert Marscher. Voy a comenzar citando algunos párrafos y frases del texto: Nosotros aplaudimos enérgicamente esta elección… Esto realmente ubica a este hombre en el puesto ideal  para él  y el puesto consigue al hombre que necesita… Ubicar al Dr. Marscher como un experto en su área, de un modo tal que casi nadie en Bohemia podría decirse ser su igual, al menos sin cierto descaro.

El ha sido escrupulosamente objetivo en todo lo que ha hecho en el pasado; siente la necesidad de ser transparente en todas sus acciones. Es una persona que confía plenamente en sí mismo y esto es particularmente único…El es esencial…El nunca prometió nada, dejando eso para otros (aquellos que las necesitan y tienen el tiempo para hacerlo). Cuando llega el verdadero momento de trabajar él lo hace en silencio, sin crear protestas públicas y siendo implacable solo consigo mismo. Por todas estas cualidades es que él no tiene rivales, excepto posiblemente en el área de becas y si los tuviera,  serian tristes rivales.

Intentemos imaginarnos a Kafka, de traje en el instituto, leyendo su propio escrito de bienvenida al nuevo Director o disfrutando como un «gosht writer» que otro lea su escrito. Un escrito un poco meloso o quizás la época lo requería, no puedo responderlo. Tampoco puedo responder si Kafka piensa que es verdad lo que dice y lo escribió desde un compromiso con su trabajo, o si posee un humor e ironía inconmensurable. Kafka se está riendo o lo dice enérgicamente como así lo escribió, al abrir el discurso: aplaudimos enérgicamente esta elección. Dejemos en suspenso estas preguntas y veremos si al final, podemos responderlas.

2.1.2.   Documento 2. «El alcance del seguro obligatorio para empresas constructoras». año 1908

Este texto fue publicado en el reporte anual del ministerio del interior en Viena cuando K tenía 25 años, y fue su primer ensayo en jurisprudencia. Kafka presenta el problema de la actual cobertura de los trabajadores, la cual es parcial y demuestra la necesidad de una cobertura universal. Es un documento en contra las distorsiones de la ley que iba en dirección de coberturas parciales. Kafka considera la variedad de peligros de los trabajos individuales y sus características, a las cuales se enfrenta el trabajador. Explica que la actual ley clasifica los riesgos del trabajador en base a su tarea específica y lugar especifico de trabajo. Sin embargo demuestra que un mismo trabajador va de un lado a otro de lugar de trabajo y realiza diferentes tareas, por lo cual no se le puede dar solo cobertura parcial y dejar sin coberturas otras tareas y otros lugares de trabajo por donde el trabajador transitaba. La actual ley explica K juzga por la nominación de la empresa y no por el trabajo en sí que hace cada trabajador. Da el ejemplo de una empresa constructora, en donde el trabajador hace muchos trabajos, más allá de los específicos de la construcción y sin embargo está asegurado solo para los riesgos del trabajo en construcción.

Kafka estaba orgulloso de este articulo, fue su primer ensayo en jurisprudencia. Tal es así que en una carta se lo menciona a su amada Felice Bauer, diciendo que si Ella le contaba como era su trabajo y su oficina, él a cambio le daría una «sorpresa». La sorpresa era enviarle por carta su ensayo.

Construyendo o decontruyendo al empleado K, volvemos a preguntarnos si esto de «sorpresa» guardada a su amada esta en el registro irónico o no. No lo puedo responder,

pero lo que sí puedo adjetivar es la calidad del texto, la dedicación, el conocimiento de la ley y de la realidad del trabajo en el reino de Bohemia que poseía Kafka. Al momento de la publicación de este ensayo Kafka tan solo tenía un año y medio de antigüedad en el instituto.

El tema de los accidentes de trabajo y sus coberturas era uno de los principales en el conflicto entre empleadores y sindicatos. Kafka había observado esto y a mi entender no tomaba una posición, empleado o empleadores, sino que negociaba una salida política y concreta para destrabar el conflicto. No defendía la clase obrera, ese es otro de sus mitos que andan dando vuelta al presentar sus escritos de oficina. Pensaba como conducir el conflicto a una salida. El problema de la clasificación de riesgos, siempre fue expuesto por Kafka. Años más tarde trabajó, como lo muestra el documento 5 del libro, contestando unas recusaciones  de la empresa textil.

 2.1.3.   Documento 6. Medidas de Prevención de accidentes, para maquinas de     cepillado de maderas. 1910.

En el año 1910, Kafka es becado para un curso sobre tecnologías, dictado en el instituto tecnológico de Praga. A raíz de esta experiencia, Kafka solicita continuar el curso sin prejuicio de su trabajo en la oficina y a su vez publica una artículo, el más conocido de todos sus escritos de oficina; «Medidas de prevención de accidentes, para maquinas de cepillado de madera».

Revisando la historia de Kafka en la oficina, podemos ver que hizo un esfuerzo extra por conocer, estudiar y observar la tecnología desde la perspectiva de la seguridad y no solo desde la producción. Por varias cosas este es un texto revolucionario, primero porque fue la primera vez que se incluyeron gráficos en el reporte anual del instituto. Los gráficos en cuestión explicaban las ventajas de la modificación que Kafka proponía a las maquinas y además mostraba las consecuencias de los accidentes de trabajo con maquinas sin modificar y modificadas.

Kafka 1

El rediseño constituía en sustituir la pieza de corte de la maquina que era rectangular por una cilíndrica, de esta manera se brindaba mayor protección al trabajador ya que se reducía el espacio (vacío) entre la pieza de corte y la maquina, espacio por donde podían quedar atrapados los dedos del trabajador. Kafka demostraba que un dedo atrapado en una maquina con pieza de corte rectangular provocaba una amputación, mientras que con la modificación ante el mismo accidente la consecuencia solo era un corte en la yema de los dedos. No tengo registro si Kafka fue quien tuvo la idea de tal innovación, algunos lo sostienen, pero yo no encontré tal evidencia. Lo que si queda demostrado, que fue un defensor de toda innovación tecnológica que conduzca a la prevención de accidentes y lo hizo de una manera excepcional.

Kafka

En los comentarios al documento, el libro nos dice que el ensayo tecnológico de Kafka muestra una dimensión sociopolítica. «Kafka se abstiene de tomar partido de un lado o el otro. A cambio de esto él piensa una fórmula que resolvería el conflicto o por lo menos lo transforma en una base para el consenso… todo esto se encuentra sugerido en: 1-  la pieza de corte cilíndrica provee protección perfecta. 2-  la pieza de corte cilíndrica es básicamente mas económica que la cuadrada» 3-  el costo operativo de la pieza de corte cilíndrica es menor que el requerido para la pieza cuadrada. Argumentos irrefutables para resolver el antagonismo entre la producción y la seguridad, lo que nosotros llamamos hoy en día «el dilema de seguridad». De esta manera convence a quienes deben invertir en seguridad y evita que los empleados tomen el control sobre el problema.

En relación a este trabajo publicó

  • un artículo en el periódico Gablonzer Zeitung, el 2 de mayo de 1910 con el título “Indicaciones de prevención de lesiones en trabajos de maquinarias para elaboración de la madera”.
  • Otro artículo titulado “Medidas para la prevención de accidentes” da ejemplo de cómo un cambio de cuchillo en la cepilladora reduce la cantidad de accidentes de los operadores.
  • Demostró que la frecuencia de accidentes y lesiones se puede minimizar en los trabajos de diferentes máquinas, con la colocación de elementos protección en los puntos de transmisión y operación.
  • Preparó cursos en seguridad y elementos de protección personal.
  • Diseñó y seleccionó varios elementos de protección de máquinas y elementos de protección personal. En definitiva inventó lo que los prevencionistas llaman barreras tecnológicas para prevenir o disminuir las consecuencias de un accidente.

2.1.4.   Documento 16. Prevención de accidentes en tiempos de guerra.1915

Son los últimos escritos de oficina de Franz Kafka, tratan el impacto de la guerra en la prevención de accidentes. Aquí podemos observar a un empleado comprometido con su tarea y la situación actual de su patria. Kafka entra en el problema de la guerra y adapta su trabajo al nuevo escenario. Se da cuenta de que mientras no ha habido cambios significativos en las máquinas, la producción de estas, si ha variado. Donde antes se producían ciertos elementos con tal máquina, ahora esa misma máquina producía material de guerra. Dice que por más que las maquinas estén bien mantenidas y sean o no adaptadas a la nueva producción, este hecho de por sí afecta los riesgos de trabajo. Da el ejemplo de una fábrica de botones de metal, que si bien continua su producción a esto se le sumó la fabricación de detonadores, granadas y otros artefactos de guerra, usando las mismas viejas maquinas con una completa incompatibilidad de producción. Advierte que hubo cambio de escenario en los lugares de trabajo conservando viejas medidas de prevención y de clasificación de riesgos y advierte que esto traerá grandes consecuencias. Continua su estudio diciendo que la guerra no solo ha traído la interrupción de las mejoras para la prevención de accidentes, sino que además trajo la destrucción de lo que se había alcanzado.

Otro de los grandes problemas de la prevención en tiempos de guerra es que fue necesario emplear contratar un gran número de trabajadores sin habilidades, experiencia por parte de las fabricas. Obviamente debido a que la mano de obra especializada esta en los campos de batalla. En particular se incorporaron a la fabrica, mujeres y jóvenes; se introdujeron turnos nocturnos, horas extras; sin siquiera los suficientes supervisores; y aun toda esta gente está sujeta a fluctuaciones de puestos y trabajos. .

Luego continua con estadísticas y dice que el número de accidentes ha aumentado, desde el principio de la guerra en un porcentaje alarmante. Se volvieron a poner en la línea de producción maquinas viejas, pocas de las cuales se hubiesen mantenido en uso, en época de paz. Además estas maquinas originalmente destinadas a una producción liviana ahora se las usaba para un trabajo más pesado y con materiales para las cuales no fueron diseñadas. Todo sin alterar significativamente la mecánica, el diseño y los procedimientos. Métodos y procedimientos que ni el empleado ni el empleador, ni los supervisores conocían cuales eran los nuevos riesgos. Sigue el documento con la Prevención de accidentes y asistencia a veteranos de guerra que volvían discapacitados. Dice que un nuevo problema existe, es la cuestión de emplear a veteranos de guerra con discapacidad y da un ejemplo: Un contratista preguntó si se estaría exponiendo al riesgo de su responsabilidad si empleaba a un veterano que había contraído epilepsia como consecuencia de una herida de metralla. El problema era que por un lado el empleador no quería responsabilizarse por accidentes del veterano enfermo, pero también no emplearlo al veterano lo llevaría al hombre a la depresión. En este mismo documento incluye entrenamiento en prevención de accidentes para discapacitados de guerra y la  posibilidad de tecnología adicional para promover la seguridad.

Mas adelante estudia la precaución en emplear prisioneros de guerra, citando un caso en el que un prisionero de guerra, que operaba una grúa. Un día, porque sí, puso el motor elevador a toda máquina, el cable de la grúa se cortó y el bloque que soportaba, se disparo junto con el cable, sin lastimar a ningún obrero. Era evidente que la intención del prisionero era detener la línea de producción. Por lo cual recomendó que cualquier firma que empleara prisioneros de guerra se asegurara de que no realizaran trabajos en los cuales dependiera la línea de producción.

2.1.5.   Documentos 17. Un hospital psiquiátrico público para la Bohemia Alemana  y       18. Ayude a los veteranos discapacitados, una apelación urgente al público.

 Kafka comienza así: Apenas comenzada la guerra, una extraña aparición, que despertaba el miedo y la pena pobló las calles de nuestras ciudades. Era el soldado que regresaba del frente. Solo podía caminar con muletas o en sillas de ruedas. El cuerpo temblaba incesantemente como si lo recorriera un frio poderoso o se lo veía parado en el medio de la calle  perdido en los pensamientos de sus experiencias vividas en frente. Otros se movían con pasos espasmódicos; pobres,  pálidos y  cadavéricos  se movían como si una mano despiadada los empujara desde el cuello, hacia delante y atrás provocando movimientos tortuosos.

 Kafka argumenta que estas enfermedades son curables o casi curables dentro de hospitales específicos y en terapia de internación y no como pacientes ambulatorios.

Científicos y Expertos en planificación, encontraron un lugar apto que con pocas modificaciones puede ser el hospital deseado, este lugar era una fabrica, una planta de producción. Dice que ante este argumento, alguien le podría objetar que no es necesario establecer en lugar tan grande, algo que será temporario a lo que Kafka responde que aun en los momentos de paz siempre existe la necesidad urgente de un hospital psiquiátrico público.  Que existen enfermos mas allá de los excombatientes y tratamientos psiquiátricos que no se están implementando y que son necesarios; por ejemplo para el tratamiento adecuado de la neurosis traumática causada por accidentes industriales, especialmente ligados a la industria ferroviaria. No atender estos casos deviene en un aumento en los costos ya que los seguros siguen pagando por trabajadores que no se curan. Arenga que todo esto no es solo un acto de patriotismo, sino que una vez que llegue la paz, este hospital se convertirá en una «Bendición Social» en la que todos los sectores de la sociedad tendrán interés. Finaliza convocando a quienes debe poner la plata, porque les conviene: institutos de seguros sociales y la industria ferroviaria, con la colaboración de sociedades de caridad. Esto será un hecho patriótico y social de incalculable valor.

 En la carta del 30 de Octubre de 1916 a Felice, escribe sobre el final de la carta «adjunto las siguientes cosillas», en donde le envía una foto de Ottla, una carta de Buber y otras cosas. En ese apartado le escribe: «como ejemplo cuales son las ocupaciones de ese otro trozo (su vida se dividía en dos trozos los cuales uno era el trabajo) te envió un llamamiento. Me encontrarás entre los firmantes, en un principio tenía que formar parte de la comisión preparatoria, pero luego me deslice dentro del gran grupo, sin demasiado esfuerzo, dicha sea la verdad.

Que decía el llamamiento?

Compatriotas: La Guerra Mundial, que acumula en su seno todas las miserias humanas, es también una guerra de nervios, más que ninguna de las que la han precedido. Son demasiados los que sucumben en esta guerra de nervios. Al igual que en los últimos decenios de la paz el maquinismo intensivo puso en peligro, perturbó y afectó los nervios de los en él implicados… en proporciones inconmensurables, también el aumento monstruoso del papel que juegan las maquinas actualmente en las acciones bélicas ha ocasionado a los nervios de los combatientes los más graves peligros y padecimientos. Luego continua con estadísticas, existen 4000 víctimas solo en Bohemia, es la punta del iceberg de miles y miles más de desgraciados que vemos deambular por las calles de nuestras ciudades temblequeando y dando convulsivos saltos. Les pregunta qué hacer con los que han defendido la patria con su vida y en aras de la cual han puesto en juego su propio porvenir y el de sus familiares  y presenta dos vías: una la indiferencia y la otra una gran clínica popular para enfermedades nerviosas. En este escrito apela a la culpa, al sentimiento y luego argumenta desde lo posible y la conveniencia. A través de aportes del gobierno, seguros sociales, de las compañías de seguros privadas, de la administración de ferrocarriles, de los grandes hacendados, de los grandes propietarios industriales y con el aporte de todos aquellos que con un corazón ferviente, estén dispuestos a contribuir aunque solo sea con la más pequeña dadiva, se puede construir el hospital. Finalmente les dice que les conviene ya que: la sociedad tanto en tiempos de paz como en la guerra siempre está interesada en un establecimientos de salud y que tras la guerra utilizar el hospital permanentemente dando albergue y tratamiento a todos nuestros compatriotas germanobohemios que, aquejados de una enfermedad de los nervios, carezcan de recursos económicos propios. Cierra el escrito diciendo que es el deber desde un punto de vista humano, como también patriótico y social. Un discurso totalmente político.

Le confiesa a Felice, en la carta citada, que El texto (como el de tantos otros) es también mío. Afirmando que Kafka fue un ghost writer en el instituto.

2.1.6.   OTROS HALLAZGOS.

 Recomendó prohibir beber brandy y fumar pipa en los cobertizos de las canteras donde había dinamita. Algunos citan que enfrentó a empresarios que se quejaban por sus trabajos, que sin duda los obligaba a pagar resarcimientos por accidentes de trabajo o invertir en seguridad. Por último está el caso de un ferroviario que había sufrido la amputación de una pierna bajo un carro elevador; este concurrió ante la Aseguradora para solicitar su seguro,  pero la aseguradora presentó argumentos para no pagar. Kafka conoció el caso y contrató a un eminente abogado para que represente con solvencia al trabajador que, por supuesto, ganó la demanda. A su vez Peter Drucker, conocido por su libros sobre management, cita en textos y entrevistas que Kafka tenía un vecino, un tal Dr. Kuiper, otro funcionario del Instituto del Seguro de Accidentes de Trabajo, que contó que Kafka recibió una medalla del American Safety Congress en 1912, en reconocimiento por ser el inventor del uso del casco de seguridad en el trabajo. Reiner Stach en su biografía de K también corrobora esta información.

  1. CONCLUSION.

Los documentos del libro Writing office demuestran que Kafka, había alcanzado el estado de ser la vos pública de la compañía, la mano derecha del Dr. Marscher, y que juntos tenían el objetivo que la aseguradora logre implementar cambios legales, económicos y políticos en materia de seguros y prevención.

Dice el escritor Julio Baquero en su texto: El otro Kafka: «Kafka no es el alienado Joseph K en la oficina recorriendo los amenazantes trámites judiciales de El proceso o el que intenta obtener la confirmación de su nombramiento como agrimensor en El castillo». El Kafka en la oficina, es alguien que estudia tecnología, entiende la burocracia y nunca se aparta del contexto social para entender y cumplir su función. En la redacción de sus informes se puede apreciar el alto grado de detalle y conocimiento con el que describe las deficiencias de seguridad.

Son textos sociopolíticos, que van de la sensibilización o la culpa a lo técnico y de lo técnico a la solución, la conveniencia resolviendo el dilema de la seguridad. Hay una forma y un método, esto es la precisión en el lenguaje, la atención por el detalle, denominadores comunes que se ven reflejados en sus trabajos literarios y dos materiales que Kafka conocía absolutamente y están reflejados en su oficina y la literatura, estos materiales son la tecnología y la burocracia. Esto puede ser un punto de encuentro que se podrá debatir mas tarde.

Kafka como funcionario prefirió hacerlo y yo prefiero creer en el Kafka que dice: “Me ha quedado una sensación inmediata del sufrimiento apenas concebible que debe soportar la clase obrera…. No tienes idea de lo ocupado que estoy… En los cuatro distritos que tengo a mi cargo (…) hay personas que caen de los andamios o dentro de las maquinarias… Es como si todos estuvieran borrachos, se caen los tablones, los terraplenes se deslizan y todo está siempre patas arriba. Hasta las chicas de las fábricas de vajilla no dejan de volar escaleras abajo con montañas de loza… El dolor de cabeza.  El que nos cuenta Max Brod (1951): su sentido social se revelaba cuando veía algún obrero mutilado a causa de las deficientes medidas de seguridad que ofrecía el trabajo. Al Kafka creativo en su trabajo, el que se describe en la carta a Milena:  Comprende, Milena, la oficina no es una estúpida institución cualquiera (lo es y mucho, pero no se trata de eso y por otra parte es más fantástica que estúpida): es mi vida, mi vida hasta ahora. Puedo desprenderme de ella, de eso no cabe duda, y quizás ésa no fuera una mala idea; pero ocurre que ha sido mi vida hasta ahora, puedo llevar mal las cosas, puedo trabajar menos que nadie (y así es), puedo eludir el trabajo (y así es), puedo darme aires de importancia a pesar de eso (y lo hago), puedo aceptar con la mayor tranquilidad el trato más amable que puede darse en una oficina como si fuera lo más natural del mundo; pero mentir para viajar de pronto como un individuo libre —cuando, después de todo, no soy más que un empleado—, viajar hacia donde “no me lleva otra cosa” que el natural latir del corazón… pues bien, así no puedo mentir.

Hasta aquí hable de Kafka como funcionario y sus documentos, pero lo que subyace en todo este trabajo, al menos a mí, es la relación que el hombre tiene con su oficio y como enuncia esta tensión. Comencé diciendo que el trabajo es más que supervivencia y además es otra cosa que simple opresión o pérdida de tiempo. Voy a traer para ayudarme, a Tomas Abraham y citar una entrevista que se encuentra en el libro escrito por Luciana Vazquez, «La educación de los que influyen» dice Abraham: .Hay que tener algo que te oprima y hay que tener conciencia de la opresión… pero esa opresión condensada no sirve. Si condensas toda la opresión en la relación con los padres, por ejemplo no sirve. Estas opresiones son irreales, son para no tener una verdadera. Estas palabras aumentan mi desacuerdo con el Kafka oprimido por el trabajo, por su padre, por el amor, por todo…Si bien Kafka no se cansa de escribir su opresión, en general en diarios y cartas, considero que es su personaje, aquel que necesita para escribir literatura.

Pero volvamos al trabajo, la tensión con la existencia y al filosofo Abraham que ingresó en una fábrica textil y diseño medias de futbol con algodón peinado y logo de Chaplin, y dice: Cuando me di cuenta de que realmente no ganaba un puto mango, di ese paso. Le pedí trabajo a mi padre…estuve del 73 al 83…luego empecé a dedicar horas y horas al estudio de la filosofía. Volvía de trabajar y estudiaba, estudiaba ….Con el objetivo de salvar mi identidad…Me liberé de la rutina. Tenía tiempo libre para estudiar. Tenía ingreso económico.

Parece interesante leer en Abraham como en Kafka o en nosotros como nos funciona el trabajo, el oficio. Solo aporto un dato mas, el primer libro de Tomas fue Pensadores Bajos 1987, el colegio de filosofía nació en 1984 y el primer libro del seminario fue Foucault y la ética de 1989.

 Solo nos queda ahora respondernos las preguntas iniciales y abrir el debate, preguntaba si Kafka piensa que es verdad lo que decía en ese discurso de bienvenida al Dr Marschner o si de lo contrario es un escrito con un humor e ironía inconmensurable. Kafka en su literatura siempre supo lo que escribió…como también en su oficina. Siempre prefirió hacerlo.

SALUD !!!!

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